El mindfulness y la relajación son técnicas dirigidas tanto a adultos como a niños que producen un gran beneficio físico, emocional y cognitivo.
Algunas de las mejoras que encontramos son: el aumento de la capacidad de atención y concentración, la regulación de las emociones y el aumento de la empatía con el otro, la disminución de la impulsividad, el fomento del autoconocimiento y el aumento de la aceptación de uno mismo y del momento presente. Todo esto, enriquece el estado de salud física y psíquica en las personas que lo practican y son de gran utilidad en problemas como la ansiedad, el estrés, la depresión, el dolor crónico y el insomnio.