Beneficios del Mindfulness

Los seres humanos sufrimos. La mayoría de nosotros lo hacemos experimentando estrés, dolor físico, dolor emocional, miedo, ansiedad, tristeza, desasosiego, malestar, inquietud, preocupación e insatisfacción vital. Además, actuamos reactivamente, con violencia y agresividad; hacia el mundo, hacia los demás, pero sobre todo, hacia nosotros mismos. Nuestra salud física y psicológica se encuentra constantemente amenazada por un estilo de vida inadecuado y desequilibrado. No sabemos realmente quiénes somos, ni cómo funcionamos como seres humanos. Vivimos desconectados de nosotros mismos. Ignoramos cuáles son las verdaderas causas de nuestro sufrimiento. En muchas ocasiones actuamos erráticamente produciéndonos estrés, dolor y desdicha. Todo esto se debe, principalmente, al hecho de vivir de forma “inconsciente”, de vivir sin una “atención plena” o “conciencia plena”.

Estamos siendo testigos del surgimiento, cada vez mayor, de un creciente interés por parte de la ciencia, principalmente de las ciencias de la salud, sobre todo de la medicina y la psicología, de abordar el estudio de la conciencia y la meditación a través de una metodología científica. Actualmente, mindfulness representa la confluencia entre la sabiduría milenaria de la psicología oriental, principalmente la psicología budista, con la psicología occidental.

Mindfulness es una palabra inglesa que generalmente se traduce al español como “atención plena” o “conciencia plena”. Mindfulness ha sido descrito como una clase de conciencia centrada en el presente, no elaborativa ni condenatoria, en la cual cada pensamiento, sentimiento o sensación que surge en el campo atencional es reconocido y aceptado tal y como es. Kabat-Zinn señala que mindfulness consiste en el proceso de observar expresamente cuerpo y mente, de permitir que nuestras experiencias se vayan desplegando momento a momento y de aceptarlas como son. No implica rechazar las ideas ni intentar fijarlas ni suprimirlas ni controlar nada en absoluto que no sea el enfoque y la dirección de la atención. La atención plena no implica intentar ir a ningún sitio ni sentir algo especial, sino que entraña el que nos permitamos a nosotros mismos estar donde ya estamos familiarizados más con nuestras propias experiencias presentes un momento tras otro.

Mindfulness es, intrínsecamente, un estado de conciencia que implica prestar atención a la experiencia del momento presente. Este estado se cultiva y se desarrolla mediante la práctica de la observación y la meditación, que representa un método por el cual nos volvemos menos reactivos a lo que nos ocurre en el momento actual. Mindfulness constituye una manera de relacionarnos con la totalidad de la experiencia (ya sea positiva, negativa o neutra) y nos aporta un medio con el que poder reducir nuestro nivel general de estrés, preocupación y sufrimiento y aumentar el nivel de bienestar y satisfacción vital.

Actualmente mindfulness representa una verdadera revolución en el ámbito científico. El número de publicaciones generadas durante los últimos 20 años no ha hecho nada más que incrementar de forma exponencial. A día de hoy, son ya millares las publicaciones de estudios científicos que avalan la eficacia del mindfulness. Estas investigaciones muestran la eficacia y utilidad del mindfulness en múltiples enfermedades médicas (cáncer, psoriasis, fibromialgia, hipertensión, asma, infarto de miocardio, SIDA, etc.), en diferentes trastornos psicológicos (ansiedad, depresión, trastornos de la personalidad, psicosis, trastorno obsesivo compulsivo, TDAH, etc.), para la reducción del estrés crónico (laboral, familiar, docente), para la mejora de la calidad de vida, el incremento del bienestar general y de la satisfacción vital.